El Zumbido del Moscardón por Alejandro Leyva
4 mayo, 2023Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Ayer fue día de la Santa Cruz tres de mayo, día en que se celebra a los albañiles y por consecuencia a los ingenieros civiles y arquitectos, es decir a los constructores y pues muchas felicidades a los que se dedican a la Industria de la Transformación, especialmente al hijo del “presidente”, así en minúsculas y entre comillas Andrés Manuel López Beltran, sobre todo por los jugosos negocios que empresas ligadas a él, han hechos en donde se construiría un aeropuerto de primer nivel.
Carlos Loret de Mola dio a conocer el entramado de tráfico de influencias que el hijo del “presidente” hace con un grupo de socios a los que, tus impuestos y los míos, le han pagado cantidades millonarias de dinero por obras que concursaron entre ellos, licitaciones amañadas y mentirosas para quedarse con los recursos del pueblo. Dijera Carlos Loret “son los nuevos ricos de la cuatroté”.
Pero ¿importa eso?, ¿qué podeos hacer los mexicanos para evitar que el erario sea saqueado por los hijos del presidente?, ¿cuánto le importa a la gente o, mejor dicho, al lumpen que los hijos del “presidente” sean una caterva de ladrones?, ¿cuánto impacto va a tener en la popularidad del “presidente” -según Mitofsky- la revelación de este escándalo?
Respondase usted mismo esas preguntas pero para mí que el peje está construyendo un castillo de naipes que se le puede caer pronto. Lo que hemos visto en los vuelos comerciales donde los ciudadanos que tienen para pagar un vuelo le gritan a Obrador, es seña de que la gente -sobre todo esa clase media- ya no está nada contenta con él y con la manera en que dirige -si a eso se le puede llamar dirección-, el país.
Lo mismo le pasa a Claudia Sheinbaum, a Marcelo Ebrard, a Adán Augusto y después del albazo legislativo en Xicoténcatl, le va a pasar a Ricardo Monreal. La clase media ya está harta de lo que está pasando en México, sobre todo de los atentados del peje a la Constitución porque quiere enterrar la democracia.
Por eso le estorba el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a Información Pública (INAI), por eso ve a un “México ideal”, si este órgano autónomo y ciudadano desaparece, porque entonces no nos vamos a dar cuenta nunca de los entramados criminales que hacen sus hijos con el dinero del pueblo.
Ellos vacacionan en el extranjero, viajan en vuelos privados y en lugares exclusivos, ellos son atendidos por los mejores médicos dentro y fuera del país; ellos viven en mansiones de millones de dólares y van a eventos exclusivos como el torneo de golf organizado por el grupo Vidanta, socios de José Ramón; ellos no viajan en tsurus o vochos, sino en suburbans blindadas y son cuidados por elementos entrenados del otrora heroico ejército mexicano que con ellos, hace las veces de nana.
Mientras, el pueblo que se joda; mientras, que los niños mueran de cáncer porque no hay medicamentos oncológicos; mientras, que la masa muera a manos de los narcotraficantes porque se encontraban en un lugar equivocado, a la hora equivocada y esa hora y lugar equivocados, se han vuelto muy comunes y cotidianos; mientras, que el campo se joda porque desaparecieron Financiera Rural; mientras, que la ciencia y la tecnología mueran porque desaparecieron a su organismo; mientras, que los incendios y los imponderables consuman el país, porque acabaron con el FONDEN… mientras que México se JODA.
Por supuesto que los hijos de los demás presidentes de la república seguramente hicieron negocios, seguramente aprovecharon y disfrutaron el poder de sus padres, pero estos zánganos hijos de López, tienen al menos dos problemas coyunturales: tienen una ambición desmedida y tienen a un padre que presume 200 pesos en la bolsa y una “pobreza franciscana”. Estoy seguro que si mi paisano Benito Juárez viera a este México de hoy, se volvería a morir de vergüenza y lo mismo le pasaría a Francisco de Asís al ver cómo pisotean y escupen sobre su memoria.
Claro que las acciones de los hijos del “presidente” le hacen un gran hoyo al discurso hipócrita del peje, claro que afectan en sobremanera su retórica mendaz, por supuesto que esos escándalos le pegan a la credibilidad de una trompa viperina, marrullera y charlatana como la de López, aunque por supuesto que hay fanáticos que le sigan creyendo.
Lo importante es que, los que nos hemos dado cuenta de la calaña de quien nos gobierna, hagamos algo, porque como diera Edmund Burke “PARA QUE EL MAL TRIUNFE, SOLO SE NECESITA QUE LOS BUENOS NO HAGAN NADA”
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