El Zumbido del Moscardón por: Alejandro Leyva
1 mayo, 2023Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Debería estar escribiendo sobre la conmemoración del día del trabajo hoy primero de mayo pero me parece de más importancia, tratar un asunto que la mayoría de los mexicanos desconocemos, porque, desgraciadamente no somos un país que se interese en leer y en enterarse de lo que pasa en el mundo.
El año 2016 fue declarado por periodistas y analistas en el mundo, como el año de la POSTVERDAD ¿y qué es la postverdad?, es una conjunción de dos palabras en inglés “post truth” palabra que fue elegida en ese año por el Oxford Dictionaries como la palabra del año y cuyo significado se refiere a algo que denota unas circunstancias en las que los hechos objetivos son menos influyentes, en la formación de la opinión pública, que la apelación a las emociones y creencias personales.
En ese sentido, quien quiera influir en la opinión pública, tiene que poner atención en la elaboración de discursos fáciles de aceptar, insistir en lo que puede satisfacer los sentimientos y creencias de su audiencia, más que en los hechos reales.
Así que nos encontramos inmersos en la ERA DE LA POSTVERDAD, luego entonces y por añadidura lógica, ¿hubo una era de la verdad?… me parece que la historia de la humanidad, de acuerdo al autor israelí del libro “de animales a dioses” Yuval Noah Harari, ha sido una gran mentira.
Mentimos a diario todos, me parece que porque incuso estamos obligados a hacerlo ¿quién que se sienta libre de ese pecado puede tirar la primera piedra?, yo creo que no hay un solo ser humano que pueda jactarse de decir siempre la verdad, así que no hay una ERA DE LA VERDAD, pero si estamos en la era de la POSTVERDAD, es decir de la mentira deliberada.
Si alguien ayudó a que el año 2016 fuera declarado como el de la postverdad, ese fue Donald Trump porque mentía deliberadamente. En un solo discurso le llegaron a contabilizar 158 mentiras o medias verdades, dichos que no era posible corroborarlos.
Pero no es algo exclusivo de Trump y los gringos, en todos lados y sobre todo los políticos de todo el mundo y en especial en las tiranías, hay mentiras incluso estudiadas para el dominio de las masas ignorantes, así que la mentira se vuelve sistemática en esos gobiernos, ¿no me creen?, miremos en México.
Si alguien fue un estudioso y además graduado de la MENDACIDAD, ese fue López Obrador que aprendió bien de su par estadounidense e instaló la postverdad en México ¿cómo?, con un hecho que ahora lo alcanza: la desaparición de los 43 normalistas de la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa Guerrero.
Andrés culpó deliberadamente de esos hechos al entonces Presidente Enrique Peña Nieto y el lumpen le creyó. No había un solo individuo del proletariado que no haya creído las palabras de López culpando al gobierno y al sistema de haber desaparecido a los estudiantes de Ayotzinapa y ese hecho, marcó la debacle del PRI y del Gobierno aunque no haya sido verdad.
Era una postverdad, una mentira deliberada con propósitos políticos bien definidos, una mentira bien estructural que consiguió su propósito de desestabilizar el gobierno de un Presidente que no supo cómo enfrentarla, justamente porque entiendo que ni él, ni su equipo, estaban enterados de lo que es la mendacidad comercial.
Amlo es un experto en mentir y lo hace consuetudinaria y deliberadamente, es decir crea y cree sus mentiras, por eso vive en el imperio de “los otros datos”, que están muy alejados de la realidad y se vale de sus granjas de bots para implantar en la masa, su realidad virtual, por eso los chairos creen que el Aeropuerto de Santa Lucía es Internacional y atiende a decenas de millones de pasajeros al año; por eso suponen que en Dos Bocas -que ya inauguró, es decir otra mentira- ya se refina petróleo y se produce gasolina.
El problema es que hasta la postverdad evoluciona y hoy incluso ya dejamos atrás hasta las fake news para bajar escalones inconmensurables a las profundidades de la red de redes al través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación… las deepfake que permiten editar videos falsos de personas que aparentemente son reales.
Cuando Enrique Peña Nieto se enteró de la postverdad, el tren de Andres el mendaz, ya lo había atropellado y le había pasado encima, instaurando una percepción en el colectivo imaginario de los mexicanos que no era ni siquiera parecido a la realidad. Hay que decirlo, López le ganó la partida a Peña y a los azules porque supo mentir más y mejor que los demás.
Pero una cosa es mentir, incluso por necesidad, que hacerlo con intención y profesionalismo. Para Tom Phillips autor del libro “verdad”, alguien que miente con alevosía es un CHARLATÁN, pero yo no dejaría en ese estatus a un mentiroso como amlo, yo lo clasificaría como un enfermo mitómano, porque un charlatán, sabe que está diciendo mentiras, pero un mitómano, se las cree.
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